miércoles, 27 de noviembre de 2013

Abuelo, nunca te has ido, siempre has estado en mí.

+¿Abuelo? ¿Qué haces aquí? ¿Te has escapado del cielo?
-Shh... no vaya a ser que te oígan los ángeles y me devuelvan allí. He venido a pasar un rato contigo, echaba de menos esas maneras en las que me cogías de la mano, me agarrabas el dedo meñique para no perderte. Aún recuerdo cuando me abrazabas por el cuello cuando tenías miedo, o venías corriendo y te escondías detrás de mi pierna para esconderte de alguien. Es imposible recordar las veces que intentabas pronunciar mi nombre y solo te salían dos sílabas mal dichas... No me olvido de esas veces en las que me cantabas cada día aquella canción tarareada que te solía poner para que te durmieras.
+Abuelo... recuerdo todo aquello como si fuera ayer. Recuerdo cada paso que me hacías dar para poder seguir adelante, aquellas tardes que se hacían cortísimas cuando me llevabas al parque y al caerme me dabas ese beso, que a pesar de que la barba pinchara, me encantaba y me hacía sentir bien. A pesar de todo este tiempo, no he dejado de pensar la de cosas que podríamos haber hecho juntos.
-Veo que te acuerdas perfectamente a pesar de ser un enanito ajajajaja. Aunque... ya has crecido bastante, seguro que es tu abuela que no para de darte de comer... Ay... que mujer ella, nunca nos dejaba respirar, solo teníamos que comer... Puf...
+¿Qué te pasa abuelo?
-Se me hace dificil la vida allí arriba, os echo de menos a todos, a tu abuela tan pesada, pero que siempre me estaba dando el latazo para que me tomara las pastillas y yo la de disgustos que le daba... Cuídala, tú ya eres un hombretón. A tus padres que siempre me decían que cada día estaba más revoltoso y que me tomaba mi libertad cuando me apetecía. Pero... sobre todo te echo de menos a ti. Alguien que me sacaba sonrisas con la mirada, cuando veía esos ojos no más altos de 70 centímetros del suelo, con poco pelo aun en la cabeza, esa boquita sin dientecitos...
+¿Abuelo? ¿Estás llorando?
-No, hijo... no... Simplemente son lágrimas de alegría. A menudo recuerdo todo lo que solíamos hacer y me da pena. Tenía ganas de volver a abrazarte y de ver todo lo que has cambiado. Espero que llegues a ser lo que siempre has deseado, que cumplas tus sueños y que nadie te arruine esa sonrisa. Recuerda, vales muchos, nadie merece tu preocupación, y tú no mereces estar preocupado por nadie, sonríele a la vida, y ella te sonreirá a ti. Ah, y confía en la familia, desde ahí arriba veo que te quieren muchísimo aunque no lo veas, y que te apoyan en todo aunque no te lo digan. Ellos son la clave, el apoyo en esta vida, y con ellos llegarás lejos, sin ellos, a ninguna parte.
+¡ABUELO! ¡ABUELO!
-¿¡Qué?!
+¡BÉSAME RÁPIDO, QUE YA ME TENGO QUE DESPERTAR!

sábado, 9 de noviembre de 2013

¿Cómo puedes ser tan perfecta?

+¡Oye tú! ¡Sí, tú! ¡Te prohíbo que salgas así a la calle!
-¿Así como?
+Así de perfecto. Con esa sonrisa que enamora, esa mirada que me hace temblar al mismo tiempo que no puedo dejar de mirarla. Con esa perfección que tienes por forma de ser. Por todo. Deja de ser así de adorable, porque así es imposible continuar sin enamorarse.
-Pues no sé...
+¿No sabes el qué?
-Pues no sé que decir.
+Ese es mi problema también. Que cuando te veo, no sé si tirarme a ti y comerte a besos como si no hubiera mañana, como si el cielo se nos fuera a caer encima, o reservarme para el resto de nuestra vida. Que yo tampoco sé que decirte, porque no quiero cagarla en ningún momento, quiero que todo sea tan perfecto, pero a veces las palabras salen de mí sin que yo quiera, sin que nadie les diga que se paren, como si los sentimientos tuvieran la capacidad de moverse dentro de mí siendo libres.
-Ahora soy yo el que se enamora.
+Perdona... pero es que para mí eso de "enamorarme" ya lo hice hace tiempo. Solo me bastaron 30 segundos para hacerlo.
-¿Y cómo sabes si estás enamorado?
+Fácil. Cuando los puntos cardinales que antes veías cada uno situado en un extremo de la brújula, se unen y ya no sabes cual es la dirección correcta. Cuando las agujas del reloj en vez de girar a la derecha, cambia su sentido. Cuando en vez de soñar mientras duermes, sueñas con esa persona mientras estás en clase, en una cafetería, esperando al autobús o todo lo que estés haciendo. Cuando en cada despertar amaneces abrazado a la almohada y desear con todas tus fuerzas en por favor sea esa persona la que esté entre tus brazos. Cuando simplemente, has perdido la cabeza y crees haberte vuelto loco porque no controlas tus pensamientos y todos y cada uno de ellos van para esa persona. Cuando tienes una fotografía de esa persona y no puedes dejar de mirarla, incluso cuando la guardas en tu cartera para no perderla y sigues observándola en tu mente.
-¿Eso es el amor?
+No... eso es solo una parte, el amor tiene una definición inacabada. Es un sentimiento en el que cada día descubres cosas nuevas, nuevos retos y nuevas ganas de estar con esa persona. Así que por favor, déjame enamorarte, quiero descubrir nuevos mundos a tu lado.