sábado, 5 de noviembre de 2011

Recuérdame.

Ayer solté una lágrima por tí porque supe que te había perdido para siempre y no voy a poder hacer que mi corazón vuelva a latir.
Por favor vuelve, te pido que vuelvas a quererme o quizás a jugar a que me quieres y besarme como alguna vez lo hiciste. Cúmpleme el sueño de niño, ese niño que dejó de ser feliz en el momento que dijiste no.
Si puedes leer esta carta sabrás todo lo que daría por tí y ya será tarde, pero recuerda que siempre tendrás a alguien esperando por tí y no seré yo precisamente, sino el tonto niño que fuí.
Porque un día sin tí me da igual, porque sé que en 24 horas volverás de vuelta, pero que me digan que ya nunca volverás, que estás en manos de otro ya si que me importa, porque sé que ya es muy difícil recuperarte, cuando de pequeño perdía un juguete lo buscaba hasta encontrarlo, pero si madre me lo escondía ya si que nunca lo encontraría. Porque sin tí me doy cuenta lo mucho que te he querido, porque me aconstumbré a amarte y ahora ya no sé lo que hacer mientras no lo hago. Sé que el día está nublado, y que mi corazón está muy vago, ya no quiere ni latir dice que no tiene sentido el vivir. No dejes nunca que esta carta te llegue al corazón y te haga sentir pena por mí, solo quiero que te des cuenta lo mucho que te he querido de aquí hacia atrás. Y espero que de aquí hacia delante todo te vaya mucho mejor, te pido felicidad eterna. Y que siempre te acuerdes de aquel niño que daría la vida por tí. Te quiero.

No hay comentarios:

Publicar un comentario