miércoles, 20 de junio de 2012

Un amor verdadero, dura mil años.

Nací y crecí junto a mi madre, fuí niño de mamá. Pasaron varios años, y logré varías metas. Aprendí a andar, a hablar, a ensuciarme la ropa jugando y hasta aprendí a llorar. Junto a estas emociones aprendí a vivir. Al tener sentido de la razón, empecé a conocer gente, y entre esa gente la conocí. Yo sabía que esa gente serían mis amigos, pero también supe que ella no sería una simple amiga.
Con ella iba creciendo, iba conociéndola y a la vez me conocía a mí mismo. Juntos firmamos nuestro amor en un banco y lo sellamos en el árbol. Todo iba tan bien y todo parecía como lo que era, un amor de niños. Hasta que un día marché, mi padre fue desplazado laboralmente a 500 kilómetros de distancia de mi barrio, y tuvimos que irnos a vivir tan lejos. Yo recuerdo que le dí un colgante y una nota dentro que ponía: "Ni la distancia ni los celos nos podrán separar, te prometo amor eterno."
Pero claro, que sabía yo en esos tiempos de idiotez en los que lo más importante era ensuciarse y yo en lo único que pensaba era en quererla.
Iban pasando los años y yo la echaba cada vez más de menos, no sabía que hacer para verla. Me instalé rápido en mi nuevo barrio, y tan rápida que mi vecina, guapa y simpática, me hizo olvidarme de ella por muchos momentos. Y recuerdo que aquella niña de la infancia pasó de ser el presente al pasado, y mi vecina se iba convirtiendo en el futuro. Yo estaba super contento con ella, y me encantaba, podría decir que más que los momentos de mi infancia. Era tan maja y atenta conmigo, que cada mañana se asomaba a la ventana y me tiraba una piedrecita a la mía para despertarme y decirme: "Buenos días mi rey." Las tardes las pasábamos en un lago que había cerca de la ciudad y las noches en un cine que había para coches.
El fin de semana pasado regresé a mi antiguo barrio, y todo había cambiado mogollón, mi casa ya no estaba, ahora era un bloque de pisos enormes y lleno de oficinas, pero algo no había cambiado, seguí intacto, y ese era el parque en el que había firmado amor eterno a aquella niña de la infancia. No sé como ocurrió, pero sucedió, detrás del árbol apareció una chiquilla guapísima y de un buen ver, yo me quedé sin palabras, pero ella en cambio me llamó por mi nombre y me dijo:
-¿Te acuerdas de mí?
+Ojalá supiera quien eres...-Le respondí.
Acto seguido ella sacó un collar de debajo de su camiseta que le colgaba por el cuello, lo abrió y me lo enseñó. Había una nota y empecé a leer, ponía: "Ni la distancia ni los celos nos podrán separar, te prometo amor eterno.". Pregunté:
+ Rocío,¿eres tú?
-Sí, Luís, soy yo. ¿Cuánto tiempo, verdad?
+Joder, y tanto... ¿Qué es de tí? - Le pregunté mientras le dí dos besos.
-Pues ya ves, sigo igual que la última vez. Crecí con el colgante y lo sigo manteniendo. Luís, quiero preguntarte una cosa...
+Dime.
-¿Sigues pensando en mí como antes?
+ Temo decirte que no, que todo cambió. No es por desilusionarte, pero más rápido de lo que pensé. Conocí a una chica, que actualmente es mi vecina, y de ella saqué un amor muy profundo, que por desgracia de tí no pude sacar. ¿Y tú, como lo llevas?
-Siento decir que de tí yo no me olvidé, hace tiempo que no quise hablar con nadie, que no quise salir ni a la calle. Vengo todas las tardes a este parque y rezo a Dios para que te cuide y te proteja. Le pedí que fueras feliz, y a lo mejor te lo concedió y te puso en el camino a esa muchacha. Pero bueno.. no podías esperarme tantos años, lo comprendo.
En ese momento, el corazón se me subió de golpe y empezó a correr como si de una carrera se tratara. Y mi mente parecía una galería fotográfica, pasaban miles de imágenes de mi pasado con Rocío, y mis ojos lo transmitieron esos recuerdos en forma de lágrimas. No pude evitarlo, y la abracé, la besé y por un momento largo olvidé a la que era mi actual novia. Pero el cuerpo me lo pedía, que digo... ¡ME LO GRITABA!. Todo giraba a nuestro alrededor. Y el parque se convirtió en un cuento de hadas.
Y ahora mismo, hoy en día sigo queriéndola desde la infancia y me dí cuenta que siempre la amé, que no existe mujer más bella.
"Nunca sabes lo que tienes dentro, hasta que se manifiesta."

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