jueves, 14 de junio de 2012

Cuánto tiempo hace ya...

Un día, dos días, tres días, cuatro días... y podría contar días hasta agotarme la saliva. Hace ya más de dos meses que te fuiste, y hace ya miles de horas que no sé nada de tí. Esto que estoy sufriendo parece ser una escalada, hoy me siento en lo más alto, y cuando te vas me vengo a los pies de la montaña. 
Tengo que confesarme ahora mismo, ojalá estuvieras aquí para que seas tú quien me escuche, pero como no es así, tendré que gritarlo al cielo. Me siento tan raro, porque puedo estar llorando mientras pienso en tí y a los segundos pensar y decir, quizás esto dure un día y mañana esté aquí, pero cuando vuelvo a la realidad vuelvo a pensar que solo es un sueño, que tú ya no regresarás. Seguro que habrás encontrado a otro en tu camino, que será más alto, más guapo y más atento contigo. Pero eso sí, nunca te querrá más de lo que te quiero yo. 
Porque los días se me hacen eternos, porque parece que voy andando y me están tirando globos de agua en la cara en mi contra, que me siento tan bombardeado con esta puta realidad que no sé lo que es mejor, si reir o llorar. 
Hace días que el móvil no suena y que mi correo está vacío. Aunque aún recuerde esas tardes de verano en las que yo te decía: "¿Te imaginas dentro de unos años tú y yo?" y ella me respondió con un simple "sí". Yo dudé por lo que sentía por mí, pero claro, ahora lo entiendo todo, ella sabía que se iría, que en mi vida ya no estaría y que a mí solo me dejaría.
Desde aquí te mando un abrazo, y tiempo al tiempo para volver a vernos, te espero.

No hay comentarios:

Publicar un comentario